4 de diciembre de 2009

Dementia.

... I love all the dirty tricks
And twisted games you play on me...

Su mirada era tan penetrante que parecía llegar hasta lo más profundo de mí.
Me absorbía, me aturdía, me manipulaba con solo mirarme.
Era la razón de mi inquietud.
Cada vez que cerraba los ojos, veía en mi mente los suyos oscuros como inmensos agujeros negros, observándome.
Era más que una imagen, era una sensación que no podía borrar ni sustituir, ni tan siquiera atenuar...
Se despertaba y avivaba cada vez que me cruzaba con él.
Me quitaba el sueño, me enloquecía.

No podía ver otra cosa que no fuesen sus inmensos ojos demenciales, como abismos sin retorno.


...Me había convertido en una insignificante estrella atrapada por la atracción de dos asfixiantes agujeros negros. Ya nada podía salvarme.

2 comentarios:

  1. Mira, querida, tus poemas son canticos desgarrados que parecen ventanas para asomarse a ti. Y pareces interesante, vaya que sí. De modo que me asomaré, con tu permiso (o sin él).
    Son todos muy valiosos, eso creo.
    Yo voy a empezar demencialmente por el último, el más reciente.
    Te refieres ahí a una fuerza que te arrastra fatalmente y que surge de unos ojos, de una mirada que te subyuga. Eso parece un cuento de Poe, con condena final incluída.
    Yo podría intentar salvarte, si no fuera porque yo también peno condenado amarrado a una mirada, pero ésta sin embargo diferente a la que te marea a ti. La mía es huidiza e intensa: mata y huye, y al seguirla desfallezco.
    Me caes bien, tía porque eres colega en eso de ir de víctima por una mirada. Lo de los inmensos agujeros negros me gusta mucho porque es así también como yo me siento, extraviado en el tornado de la mirada que me atrapa, sin hacer pie en tierra alguna.
    Ahora que caigo, ¿no tenían esos de Muse por ahí un no sé qué de agujeros negros también? Claro, si es que veo en tu blog que los tienes por bandera. Pero mejores los que has puesto encima, ¿eh?
    Muy bonitas y etéreas las nubecitas con sus alas lanudas, what a wonderful world.
    Pero tu ojo felino es lo mejor. Ya no puedo apartarme de él. Creo que no fue una buena idea entrar en tu blog; ahora tu mirada me ha rejoneado y me siento prisionero de una chica cuya cabeza va a estallar, de una tal Lolita, de una piel tatuada con las estrellas del cielo, de una loca que pide asfixia de amor en una noche infinita, de una loca despechada que me encañona con la bala definitiva, de un corazón inquieto, triste, estafado, trémulo, victorioso.

    Tu blog es un laberinto y yo, Beltenebros, el primer nombre que tuvo Minotauro.

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